martes, 3 de febrero de 2009

Yaya


Se acabó tu vida y siento que con ella parte de la mía. Pienso en lo que has sido para mi, en lo que has luchado, en tu fuerza para seguir adelante, en los momentos que he vivido contigo y con mi alma hecha añicos te recuerdo.

3 comentarios:

Daniel García-Sala dijo...

Un beso.

Marisela Murcia dijo...

Gracias Dani, son momentos que sabes que tienen que llegar pero que cuando ocurre los sentimientos te hacen perder la razón, en fin...gracias por estar ahí. Un abrazo*m

Anónimo dijo...

¡¡Me has hecho llorar, jodía!!

La muerte siempre está ahí, como la vida.
Si somos conscientes de la inevitable presencia de la muerte seremos más capaces de ser conscientes de la vida y podremos disfrutar más de ella.

Un abrazo fuerte, Marisela...