Hubo una vez una niña que soñaba con ser bailarina, durante unos años sus ilusiones se fueron cumpliendo y hasta llegó a actuar en dos de los teatros más importantes de la ciudad; por entonces aquello le parecía lo más, el escenario, el público, los camerinos, con el tiempo las cosas fueron cambiando y se dio cuenta de que le gustaba más ver las cosas desde las bambalinas, y claro, ya solo le quedaba el recuerdo, cada vez que pasaba por alguno de aquellos lugares donde familias enteras llenaban las butacas del teatro para ver a sus pipiolos. Hoy todo son ruinas de tiempos pasados.
2 comentarios:
me gusta.. la composicion, la luz, la lectura,la valla,el grafiti. tu si eres una artista
ya te vale, sabes que ni lo soy ni lo pretendo, me quedo con ser fotógrafa que para mi ya es suficiente, pero tu si te estas ganando unos puntillos para serlo cada vez más, ja,ja,ja eres un rencoroso, besos*m
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